Entiendo y vivo el teatro como un encuentro entre almas libres... que involucra no sólo emociones e ideas, sino también visiones del mundo... ¿Qué cosa existe más linda que compartir esta libertad con ellos? Al fin y al cabo son los niños quienes nos inspiran a la hora de jugar, de creer en otros universos posibles. Hacer teatro para niños es dar y recibir, pedacitos de aventura.
Todos podemos escribir nuestro propio cuento... cada uno puede contar la historia que más le guste y como le guste... una página en blanco...una invitación, un desafío, una aventura...el que no sabe puede aprender...el que sabe puede enseñar... un cuento es para compartir.... como la vida.... y si se hace cantando y bailando...mejor...
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