Hacer teatro para niños nos permite volver a ser uno de ellos. Volver a creer nuevamente en ese mundo de fantasías que quedó guardado en los recuerdos. Volver a jugar, soñar, ilusionarse, maravillarse con la imaginación de los chicos. Uno se permite revivir a flor de piel ese niño que llevamos dentro, que quedó oculto por las obligaciones de la vida cotidiana, para entregárselo a todos los pequeños espectadores que todavía creen y se fascinan por este mundo de fantasías.
Todos podemos escribir nuestro propio cuento... cada uno puede contar la historia que más le guste y como le guste... una página en blanco...una invitación, un desafío, una aventura...el que no sabe puede aprender...el que sabe puede enseñar... un cuento es para compartir.... como la vida.... y si se hace cantando y bailando...mejor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario